Qué son los plastisoles y cómo se fabrican

¿Qué es el plastisol? Los plastisoles son compuestos formados por una resina de PVC, un plastificante sustituto de los ftalatos para aportar flexibilidad y durabilidad, y otros aditivos como el carbonato de calcio, el aceite epoxidado, estabilizadores, colorantes, etcétera.

También conocidos como pastas de PVC, los plastisoles, cuando se encuentran a temperatura ambiente, presentan estado líquido con propiedades viscoelásticas. Cuando es sometido a temperaturas superiores a los 43º, el plastisol aumenta su viscosidad pasando, al alcanzar una temperatura superior a los 160º, de estado líquido a sólido después del enfriamiento, produciéndose el proceso conocido como gelación.

El uso de plastisoles está muy extendido en la industria en general. En función de su formulación, pueden ser empleados para:

la serigrafía textil, con las tintas plastisol;
en la fabricación de calzado, marroquinería y tapicerías;
para la fabricación de aislantes de conductores de electricidad, por alta resistencia a la abrasión, a la corrosión y porque no conducen la electricidad;
para la fabricación por moldeo de piezas de juguetes, máscaras, llaveros…,
incluso para la fabricación de piezas para la industria del automóvil como los filtros de aire o gasolina.

Propiedades del plastisol

A la hora de determinar una formulación de los plastisoles adaptada a su uso final, es importante tener en cuenta ciertas características generales que presentan este tipo de compuestos de PVC. Entre ellas destacan:

175º C es la temperatura óptima de operación con este tipo de producto para obtener unas propiedades adecuadas de elongación, tensión y flujo no newtoniano.
La viscosidad de la pasta está en relación directa con el contenido y la calidad de la carga utilizada. A mayor contenido de carga, mayor dificultad para fluir.
Dureza: a mayor contenido en plastificante, menor dureza, y a mayor contenido de carga, mayor dureza. Cuando existe una mayor dureza por contenido de carga, el plastisol presenta una menor resistencia a la tensión, menor elongación y menor flexión.

Reología

La reología es una rama de la física que estudia el flujo y deformación de la materia cuando es sometida a fuerzas de cizalla y axiales. En nuestro artículo sobre la tixotropía hablamos de esta como una “propiedad reológica de los fluidos” si bien hacíamos la diferencia fundamental sobre el comportamiento reológico de los productos tixotrópicos (disminución de la viscosidad a lo largo del tiempo a una velocidad de corte constante) y los pseudoplásticos (disminución de la viscosidad al aumentar la velocidad de corte).

En función de las aplicaciones para las que haya sido fabricado, deberemos tener en cuenta las propiedades reológicas que presenta la formulación con el fin de conseguirla que mejor se adapta al producto en cuestión.

Por ejemplo, en el caso del uso de plastisoles en recubrimientos, con el fin de conseguir una perfecta distribución del producto, será necesario que presente una viscosidad baja ante las elevadas velocidades de deformación que provocan los dosificadores. Sin embargo, cuando se produzcan bajas velocidades de cizalla, por ejemplo, durante el proceso de gelación, es necesario que el plastisol sea muy viscoso y no fluya. En las aplicaciones del plastisol para la fabricación de piezas o rotomoldeo, conseguir una viscosidad intermedia es ideal para garantizar la correcta distribución del producto en las piezas.

Para conseguir distintos comportamientos reológicos en los plastisoles se modifica la formulación de cargas, lubricantes y plastificantes o se modifica la distribución del tamaño de las partículas que componen la resina.

Qué tener en cuenta en la fabricación de plastisoles

La definición química del plastisol lo define como una dispersión viscosa de una resina suspendida en un plastificante líquido. En función de su viscosidad, puede tener una consistencia líquida o de pasta.

Para la fabricación de plastisoles, además de tener en cuenta las propiedades anteriormente indicadas, hay que tener en cuenta las características del equipo utilizado para conseguir una mezcla óptima de los componentes con el fin de evitar la aglomeración de la resina o fenómenos de calentamiento que puedan provocar la evaporación del plastificante, lo que provocaría un aumento de la viscosidad no deseado.

También hay que tener en cuenta la velocidad de cizalla y el orden en el que añaden los componentes pues afectará al comportamiento reológico del producto.

En Oliver & Batlle contamos con equipos especialmente indicados para la fabricación de plastisoles, según tamaño de lote y viscosidad del producto. Desde los modelos DISPERMIX VF-VFR para lotes pequeños y viscosidad media, o bien DISPERMIX DUAL VFD con pala lazo como elemento de agitación y eje dispersor para lotes medianos de viscosidad media-alta, en ambos casos modelos equipados con tapas de vacío y depósitos especiales refrigerados. Otras opciones posibles para lotes más grandes serían los agitadores coaxiales POLIMIX (cilíndrico o tronco-cónico), y las planetarias HIDROBAT para productos de viscosidad muy alta. Disponibles con todos los opcionales necesarios para controlar los parámetros clave en la fabricación de plastisoles, como puede ser la temperatura del producto y el vacío.

¿Qué tipos de plastisoles se pueden fabricar con los equipos O+B?

En Oliver + Batlle contamos con un equipo técnico especializado en ofrecer las soluciones de proceso que mejor se adaptan a la fabricación de cada tipo de productos.

Cada uno de nuestros equipos puede ser adquirido en diferentes modelos según la potencia de motor necesaria, la velocidad de disco y el rango de volumen útil de los lotes a fabricar.

En cuanto a los tipos de plastisoles que pueden ser fabricados con nuestros equipos destacan:

Plastisol de rotomoldeo: utilizado para la fabricación con moldes de piezas huecas como muñecas o figuras decorativas.
De recubrimiento: se utilizan para aplicar sobre productos de metal, cerámica u otros materiales con el fin de protegerlos de la corrosión o para hacer una función aislante. Es el caso de las herramientas, mangos, utensilios de cocina.

Recubrimiento de telas: el plastisol se aplica al recubrimiento de fibras naturales o sintéticas que forman los tejidos para la fabricación de calzado, manteles impermeables, lonas… También se puede aplicar en papel para la fabricación, por ejemplo, de papales decorativos para paredes.
Plastisol para filtros: se utiliza, como decíamos antes, para la fabricación de filtros en la industria automotriz (filtro de aire o de gasolina) o para filtros de agua en la industria alimentaria.
Plastisol cristal: llamado así por su característica transparencia. Es muy utilizado en la fabricación de artículos de decoración, productos promocionales, encapsulado de etiquetas, etcétera.
Para etiquetas: muy duraderos y flexibles este tipo de plastisoles se utiliza en el etiquetado de calzados, ropa…
Semielástico: muy utilizado en la industria del juguete para la fabricación de productos elásticos y duraderos.
Siliconado: con un tacto similar al látex, este tipo de plastisoles ofrece gran elasticidad y suavidad. Se utiliza principalmente en la industria farmacéutica y también en la fabricación de juguetes.
Serigrafía plastisol: muy utilizadas en la industria textil para serigrafía de tejidos oscuros con tintas claras. Las tintas plastisol presentan la ventaja de que no se secan y se mantienen fluidas por lo que permiten una transferencia correcta al tejido y una gran calidad en los colores.

Plastisol ecológico: dentro de las tintas plastisol para textiles, en los últimos años han surgido algunas variaciones que intentan buscar en concepto más sostenible y medioambiental eliminado de sus fórmulas aditivos como los ftalatos y el PVC.

Desde Oliver + Batlle le invitamos a contactar con nuestros especialistas y solicitar más información sobre nuestros equipos de fabricación de plastisoles.

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